La Ley de distribución de escaños parlamentarios propuesta por el Tribunal Supremo Electoral fue recientemente aprobada en la Cámara de Senadores. La norma recibe críticas y abre un debate sobre la cantidad de diputados plurinominales y uninominales que recibirá el departamento de Tarija. Pero sobre todo, sobre la calidad de trabajo que realizan.
¿Cantidad versus calidad? Con la nueva fórmula Tarija reducirá de cinco a cuatro diputados uninominales que son elegidos por votos ciudadanos, y aumentará de tres a cuatro plurinominales que van de la mano con el candidato que gane las elecciones nacionales.
¿Cuál de los dos bandos realiza más trabajo a favor de la población? ¿Quiénes son los “levanta manos” que solamente están en el cargo por estrategia política? Son las preguntas que se formulan entre los asambleístas nacionales, departamentales, cívicos y analistas políticos.
Y es que de un tiempo a esta parte, se inició una serie de movilización por la reducción de escaños en departamentos como Beni, Oruro y Chuquisaca, sin embargo, no se hace una evaluación sobre la calidad de trabajo de todos los parlamentarios nacionales, tanto diputados como senadores.
Cabe recordar que cada parlamentario nacional, específicamente diputados, según un nota publicada por Erbol, le cuesta al Estado 201.600 bolivianos, 26.208.000 bolivianos al año por los 130 integrantes de la Cámara Baja.
Analista y cívicos
El analista político, Iván Arias, recordó que reducir la cantidad de diputados era una de las grandes alternativas que tenía Bolivia en la Asamblea Constituyente. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario y aumentaron a 130 diputados y 36 senadores.
“El aporte de los diputados es poco –dijo Arias- de todas maneras, no hay que echar la culpa al órgano sino a los que eligieron a sus diputados. La gente los puso allí con su voto, entonces lo mejor es que la misma ciudadanía empiece a pedir cuentas y que haga un voto responsable para las siguientes elecciones”.
Asimismo, el analista aseguró que lo mismo ocurre en las Asambleas Departamentales, donde sólo “buscan pegas”, son “levanta manos” y “poco legislan”. Por lo tanto, cree que no hay que pensar en cerrar las instituciones legislativas sino en plantear el mejoramiento de la calidad humana.
De la misma manera, el presidente cívico, Waldemar Peralta, mencionó que lo mejor es tener “calidad que cantidad” en diputados y dijo que la historia muestra que los mejores parlamentarios son los uninominales porque conocen la realidad de su circunscripción.
“Se puede restar a 70 parlamentarios uninominales –aseveró Peralta- La idea es tener calidad y no cantidad. Si hay más diputados que fueron elegidos por la ciudadanía es mucho mejor”.
Tanto Arias como Peralta coincidieron en opinar que el aumento de diputados plurinominales es una estrategia política del Gobierno Nacional que atenta contra la democracia, ya que esos asambleístas son los que “van colgados del Presidente”.
Ambos recordaron que los candidatos uninominales de Evo Morales fueron derrotados en las últimas elecciones.
Evo Morales Ayma recibió 2.8 millones de votos el 2009, abanderando el MAS a nivel nacional sin embargo, los diputados uninominales que concurrieron bajo las mismas siglas obtuvieron solo 2 millones de votos un 30 por ciento menos. En Tarija la situación fue similar, el MAS logró 114 mil votos y sus candidatos uninominales 77 mil votos, lo que según los analistas responde al carisma del presidente, que arranca votos, frente a los miembros del partido que tienen otro perfil.
(NOTA DE APOYO)
Asambleístas dejan decisión al pueblo
DANIEL RODRÍGUEZ/EL NACIONAL
El diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), Luís Alfaro, explicó que todo dependerá del voto de la ciudadanía. Es decir que el pueblo decidirá a quienes quieren en el poder sin importar la cantidad de uninominales y plurinominales.
“Si se quiere modificar la cantidad de diputados, lo mejor es trabajar en la reforma constitucional –afirmó Alfaro- Sin embargo, si se compara la cantidad de diputados por población entre Bolivia y Estados Unidos, se puede ver que en el país no está a la altura que uno espera”.
De todas maneras, recordó que el poder ahora está más centrado en las Asambleas Departamentales, donde hay 60 legisladores. Por lo tanto, dijo que si cada diputado cuesta 200 mil bolivianos al país, entonces cada asambleísta departamental le cuesta un millón de bolivianos.
Mientras que el asambleísta departamental, Jhonny Torres Terzo, indicó que es necesario entender que la democracia tiene su precio, pero que ahora el problema es la gestión que hace cada legislador por su región. En este sentido, coincidió con Alfaro al afirmar que el reto es conseguir calidad humana a través de la responsabilidad del pueblo.
“Hay diputados buenos y malos, hay asambleístas nacionales que no hablan nunca –aseguró Torres- El problema no es el sistema sino de los operadores políticos. La persona en sí es la que genera una mala imagen del cargo”.
losDATOS
Para reducir la cantidad de diputados es necesaria una reforma constitucional
La ley de escaños reduce a cuatro la cantidad de uninominales en Tarija
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