La Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia instruye la instalación de "casas de acogida" en las ciudades y en el campo, para proteger a las mujeres en una separación temporal de los cónyuges acu-sados de violencia machista.
También establece la obligación de aplicar políticas preventivas y de formación en las escuelas y declarar alertas de, hasta un año, en municipios, distritos o barrios con altos índices de violencia, lo que permitirá al Estado acciones intensivas para frenarla. En el quinquenio 2007-2011 se presentaron en Bolivia 247.369 denuncias por violencia machista, de las que sólo 51 casos han concluido con una sentencia, según las estadísticas del Cidem.
Morales expresó que la causa de la violencia contra la mujer está en la desigualdad y en la dominación que sufre, y comentó que hay tantas formas de agresión que ningún hombre se salva de culpa.
Pidió a las organizaciones indígenas y feministas que expliquen a las mujeres que sus parejas no tienen derecho a golpearlas y que no oculten las denuncias de violencia.
Hizo esa petición tras relatar una anécdota de su juventud de cuando intentó, sin éxito frenar, a un hombre que golpeaba a su esposa indígena en la calle.
Ante su sorpresa, según dijo, fue la mujer la que reaccionó para rechazar su mediación, justificó la paliza que sufría de parte del marido y después ambos agredieron a Morales por meterse en el lío.
"Tuve que escapar", recordó al insistir en que las mujeres deben entender que su marido no tiene derecho a agredirlas.
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