Mirael Salguero ha dejado de ser aquel abogado que salía de una audiencia e ingresaba a otra, cuando hacía sus primeros pininos como Defensor Público, allá por 1995. Sentado sobre su mullido sillón y apoyado en su escritorio de mármol del Palacio de Justicia, se ha transformado en el jefe del Poder Judicial de Santa Cruz. Y con el pelo empezando a blanquear y más arrugas en su frente, le ha tocado cargar sobre sus espaldas un hecho doloroso: la muerte de 35 reos en la cárcel de Palmasola, una realidad cruda: que el 85 de los 5 mil reos no tiene sentencia, y algo que es un secreto a voces: que la justicia es manipulada políticamente por un afiche que aún permanece en los cristales del Palacio de Justicia desde las pasadas elecciones: "Evo de nuevo".
P. Tras la muerte de los 35 reos en Palmasola se ha detectado que aparte de las pugnas de poder, el 85% de los 5 mil reos no tiene sentencia, ¿por qué?
M.S.: Las causas son estructurales, en el caso de la justicia, tenemos 14 jueces cautelares para una ciudad de dos millones de habitantes y por eso vemos que no abastecen, por eso hemos decidido que estos se dediquen exclusivamente a la atención de las causas rezagadas y habilitar a 9 jueces técnicos para que se encarguen de las audiencias cautelares que les llevaba más del 80 por ciento de su tiempo y no les sobraba para atender otras etapas del proceso mismo. Ahí también tenemos que desmentir, no son 500 los que tienen sentencia, son 1.500, pero de todas maneras, eso no es lo adecuado. En total tenemos 137 jueces para todo el departamento, pero solo 14 que atienden las causas penales que son la mayoría, por eso ha ocurrido el colapso.
¿Qué medidas se están tomando para cambiar esto?
M.S.: Lo primero, tenemos que reconocer que las audiencias cautelares son muy prolongadas, se les da una y otra vez oportunidad para que los abogados den réplica y dúplica y éstas se prolongan hasta la madrugada o duran varios días. Por eso ahora en las cautelares la defensa y el fiscal solamente tienen una oportunidad para hablar y nada más. También hemos tropezado con los jueces nuevos que no tienen la suficiente capacidad para dirigir una audiencia y estamos viendo la posibilidad de capacitarlos por medio de la Escuela de Jueces.
P. ¿Pero por qué la retardación, dónde está el cuello de botella?
M.S.: El cuello de botella está en la etapa preparatoria del proceso penal, antes de llegar a la audiencia conclusiva en la que el fiscal imputa algún delito o absuelve para que el caso siga al juicio oral o se archive. En las estadísticas hemos visto que el 50 por ciento de los casos quedan en la audiencia cautelar y el fiscal espera que se cumplan los seis meses o a veces pide ampliación por otros seis meses, antes de pronunciarse. Por eso hemos resuelto mandar 2 mil conminatorias para que se pronuncien y en los casos de flagrancia donde no hay más que investigar lo hagan en 45 días, como dice el Código de Procedimiento.
Por eso los juzgados cautelares están recargados y los jueces de sentencia, que antes dictaban 150 fallos por año, ahora no dictan ni la tercera parte y vemos que no tienen trabajo. Estamos pidiendo una ley corta que anule la fase de la audiencia conclusiva para que los casos pasen directamente a juicio oral y si el fiscal no se pronuncia, archivarlo.
P. Trece años después de la aprobación del Nuevo Código de Procedimiento Penal se han detectado fallas porque las cárceles se han llenado en vez de vaciarse...
M.S.: Desde que se aprobó el Nuevo Código de Procedimiento Penal la libertad era la regla y la detención la excepción, pero sucedió que en mayo del 2010 se aprobó la Ley 007 que se va al otro extremo. Reivindica los derechos de la víctima y sube de 5 a 11 los riesgos procesales y de 4 suben a 7 los riesgos de obstaculización de la justicia, de modo que resulta difícil para el imputado presentar todos los requisitos para obtener su libertad y entonces al juez no le queda otra alternativa que mandarlo preso, porque la misma norma da el poder al Ministerio Público para que con la simple imputación un juez pueda ser suspendido y detenido.
P. ¿La justicia está perseguida?, una abogada dice que en vez de consultar el Código hay que preguntar qué político puso en el cargo al juez del caso para hablarle?
M.S.: Yo puedo hablar por mí y no he tenido ninguna presión. Por fortuna ahora el Tribunal Constitucional dice que con la imputación no se puede suspender y debe haber un proceso previo. Pero de todas maneras la Ley 007 metió miedo a los jueces.
El perfil
Mirael Salguero
Presidente del Tribunal Departamental de Justicia
Ciudad natal:
Saipina, provincia Caballero, Santa Cruz.
Estudios:
Derecho en la Universidad Mayor de San Andrés en La Paz y concluyó en la Gabriel René Moreno de Santa Cruz. Tiene dos maestrías, en administración de justicia y derecho penal.
Cargos públicos:
Ha sido defensor de oficio, juez agrario en Camiri, juez de sentencia, vocal de la Corte de Distrito y presidente del Tribunal Departamental.
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