El ejecutivo promulgó ayer la Ley 807 de Identidad de Género que permite a personas transexuales y transgénero cambiar su nombre legalmente y puedan acceder a una cédula de identidad con el sexo que opten. En la oportunidad, un grupo de personas cristianas se dirigió hasta la plaza Murillo donde rechazó la norma indicando que va en contra de los principios evangélicos.
El presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, promulgó la ley en favor de las personas transgénero y transexuales, en la oportunidad afirmó que la norma representa la democracia y la lucha del sector.
La norma consta de once artículos, entre los que incluye uno que permite la reversión de la elección, es decir, que solo una vez podrá modificarse los datos del nombre.
La ley establece que queda prohibido el uso de los documentos personales anteriores al cambio de identidad, además que las personas que denigren o discriminen a las personas transexuales o transgénero serán sancionadas con la Ley 045 de Lucha contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.
La disposición única de la norma, establece que todas las instituciones públicas y privadas donde se consignen datos de identidad, deberán adecuar sus normas y procedimientos internos, en un plazo máximo de tres meses, a partir de su promulgación.
El pastor Jorge Gutiérrez, junto un grupo de cristianos, con carteles, rechazaron la norma y aseguraron que va en contra los principios divinos.
“La palabra de Dios dice que está ley está mal (…) como cristianos jamás estaremos de la discriminación (…) la palabra de Dios dice que este comportamiento de la sociedad está mal”, señaló.
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