La primera ley departamental de transporte fue promulgada ayer por la gobernadora Ruth Lozada y llega como un espaldarazo a los cambios que inició el gobierno municipal en el transporte en la capital.
La nueva norma fue entregada a los choferes que prestan el servicio a escala municipal y departamental. Esta tiene como prioridad el respeto a los derechos de las mujeres embarazadas, de personas con discapacidades diferentes y de la tercera edad y puede sancionar a los operadores que no cumplan los horarios, itinerarios y las rutas establecidas, y que promuevan la competencia desleal.
Entre los puntos sobresalientes se destacan la capacidad que tiene el gobernador para aprobar las tarifas de los servicios, establecer puestos para el cobro de peaje en la red departamental y administrar o dar en concesión la infraestructura destinada al servicio público de transporte terrestre interprovincial e intermunicipal, así como terminales y paradas. Durante un año trabajaron los técnicos de la Gobernación con los transportistas y los representantes de los municipios, pues todos tienen responsabilidades que cumplir.
Normas municipales
Esta ley departamental viene a respaldar las normas aprobadas por la comuna capitalina, entre ellas la resolución 123/2015 que desde ayer comenzó a ser cumplida, mediante la cual se prohíbe el ingreso dentro del segundo anillo de toda clase de transporte intermunicipal e interprovincial. Por esta razón los fiscalizadores de Tráfico y Transporte se desplazaron hasta la avenida Virgen de Cotoca y segundo anillo para instruir a los choferes por dónde deben volver al santuario. “Hace dos semanas comenzamos a ordenar los minibuses de La Guardia, la semana pasada a los del norte y seguiremos”, dijo Carlos Moreira, de Tráfico y Transporte.
Pese al estricto control EL DEBER verificó que algunos minibuses se escabullen y logran ingresar a La Ramada
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