A ocho meses de la promulgación de la Ley 339 de la Delimitación de Unidades Territoriales, cuatro de los 22 municipios con problemas de límites en Cochabamba optaron por resolver sus controversias territoriales por la vía de la conciliación, según informó el jefe de la Unidad de Límites de la Gobernación, Ángel Pinto.
“Hay casos exitosos, por el ejemplo, el proceso de Aiquile con Omereque que se está conciliando por voluntad de sus gobiernos municipales”, aseveró Pinto a tiempo de declarar que estos municipios entablaron la resolución de sus conflictos en base a sus usos y costumbres y debido al asentamiento ancestral de algunas comunidades en la zona.
Chimoré y Villa Tunari, son otros municipios que se encuentran en la misma vía, siendo este último “probablemente el primer municipio en iniciar su trámite con la nueva ley”, informó Pinto. Explicó que este municipio solicitó el archivo de obrados para acogerse a la nueva ley de delimitación.
De la misma manera, Tacopaya siguió el mismo camino razón por la cual la Unidad de Límites de la Gobernación se encuentra a la espera que este municipio inicie su delimitación, en el marco de la nueva ley, que sustituye a la 2150.
Municipios modelo
Según informó Pinto, los municipios de Cocapata y Shinahota, de reciente creación, fueron los primeros en contar con su respectiva delimitación. Entretanto, Cercado carece de ésta y por el contrario registra seis colindancias en conflicto con los municipios de: Sacaba, Arbieto, Tiquipaya, Colcapirhua, Santiváñez y Quillacollo.
En opinión del responsable de la Unidad de Límites, el crecimiento demográfico sumado a la falta de recursos económicos previstos en los POA municipales son algunos de los problemas que obstaculizan los procesos de delimitación territorial de los respectivos municipios del departamento.
Sin embargo, el experto añadió que una de las ventajas de la nueva ley radica en la agilidad del proceso que permite delimitar un municipio en el máximo de siete meses, razón por la cual instó a los gobiernos locales a iniciar el mismo.
Tras los conflictos limítrofes registrados recientemente entre los municipios de Vinto y Quillacollo, Pinto aseguró que ambos alcaldes “saben que para definir su problema de límites deben iniciar sus proceso de delimitación”; sin embargo, éste todavía no fue iniciado.
El conflicto de límites entre Quillacollo y Vinto se ha visto agravado por la intención de perforar un pozo en una de las zonas en disputa. Sin embargo, no han recurrido a la nueva normativa nacional.
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