Busca las Leyes y Decretos

lunes, 25 de febrero de 2013

La Ley de Aplicación Normativa es una encrucijada al TCP



La pregunta enviada por la Cámara de Senadores al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) sobre la posibilidad de una segunda relección de Evo Morales, viene con trampa. Sin importar lo que el juzgado con sede en Sucre responda, marcará la agenda del país por los próximos dos años, y puede desencadenar un doble año electoral, con un referéndum para modificar la CPE para permitir la relección de Morales y las elecciones presidenciales de 2014.
El TCP recibió aplausos luego de declarar inconstitucional la destitución de autoridades elegidas luego de una simple acusación fiscal, y ahora muchos temen que haya sido una estrategia para ganar credibilidad antes de dirimir la posibilidad de una nueva relección de Morales. Silvia Salame, la magistrada que cerró el Tribunal Plurinacional republicano, cree que está por demás hablar de ello, que no hay que sumarle presiones al TCP. El propio presidente de este órgano, Rudy Flores, pidió que el pueblo garantice que el TCP no sea manoseado...

Hay más en juego
José Antonio Rivera es un constitucionalista que fue presidente del TC republicano. Advierte que en la Ley de Aplicación Normativa hay más en juego que la relección. Cree que la Asamblea Legislativa, si logra la aprobación del TCP, ganaría la facultad de interpretar la Constitución, algo que la Carta Magna reserva solo al TCP. Por ello recomienta que el

TCP solo declare la inconstitucionalidad de la norma sin siquiera entrar a definir si es constitucional, o no, la relección.
Eso dejaría a Evo Morales y al MAS solo una forma de averiguarlo: inscribirse como candidato para las presidenciales de 2014 sin una definición. La otra salida sería que el TCP declare inconstitucional la ley y se pronuncie sobre la ‘rerelección’ de Evo. Y, la que considera peor, es que acepte la constitucionalidad tanto de la ley como de la nueva relección.

Salame se inclina por la segunda opción. Cree que con ella se sacará al país de cierta incertidumbre. Ambos extribunos consideran que la posibilidad de relegirse sería inconstitucional, tomamos en cuenta la disposición transitoria I, inciso II de la nueva CPE: “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”.
Para el MAS, al haberse cambiado la República por el Estado Plurinacional, el primer periodo de Morales no cuenta. Además, consideran que la disposición transitoria ya no está vigente, algo que rechazan la oposición y los juristas.

Si el TCP considera que estas líneas impiden a Morales volver a postular para la Presidencia, Rivera explica que le quedan dos caminos: reformar el artículo 168 de la CPE que limita la relección a una. El MAS tiene la suficiente cantidad de asambleístas para conseguirlo en cualquier momento, pero deberá refrendar el nuevo texto en un referéndum.
La segunda opción es concluir su mandato y prepararse para volver a postular en 2019. La CPE actual limita la relección a un periodo consecutivo, pero no a volver a presentarse como candidato luego de cinco años

ANÁLISIS

Cualquier escenario es favorable a Evo
Carlos Cordero / Cientista Político
El escenario más favorable para Evo Morales es que el Tribunal Constitucional Plurinacional falle a su favor, que acepte la relección. El peor escenario posible para el Presidente es que el Tribunal se pronuncie solo sobre la forma, es decir, sobre la constitucionalidad de la ley, pero no sobre la relección en sí. El tercero es que se pronuncie sobre ambas, y declare inconstitucionales tanto la ley como la segunda relección.

Cuando se despeje esta duda, que será en alrededor de dos meses, el MAS todavía tiene la oportunidad de modificar el artículo 168 de la Constitución y llevarlo a referéndum, sin necesidad de modificar el calendario electoral que prevé la elección en 2014 y la posesión en 2015. Políticamente, el MAS ve en riesgo la posibilidad de disponer de su mejor candidato para la contienda electoral. Eso desataría una crisis interna muy fuerte en el partido en función de Gobierno y abriría a la oposición una posibilidad más cierta de derrotar al MAS en las urnas. Sin Evo de candidato, la victoria es más cercana.

Es por eso que el MAS vuelca ahora su empeño en tratar de salvar a su candidato ideal, aunque también podría reservarse para tratar de conquistar dos periodos nuevos a partir de 2020. Tal vez, una de las modificaciones más importantes que se hizo a la CPE fue permitir la relección. Recordemos que la Constitución de 1967 solo preveía una relección tras esperar un periodo constitucional, como freno a las intenciones políticas del MNR, que en el 62 había modificado la CPE para permitir la relección en mandatos consecutivos. Así, la relección de Paz Estenssoro agrietó al MNR. Se podría establecer cierto paralelismo con la actualidad.

El peor problema de un partido político es el caudillismo, la falta de renovación y de democracia interna. En el MAS, Evo parece ser el único que produce cohesión interna, que evita pugnas por la sucesión y fraccionamiento.

A esto hay que sumarle otra dificultad: la figura del vicepresidente ya no es más la quinta rueda del carro, sino que tiene atribuciones de una especie de primer ministro; es el que se encarga de los asuntos del Estado. Parece que el cargo fue definido a la medida de García Linera, pero ya es algo institucionalizado, y todos lo binomios tendrán que tomarlo en cuenta. Hay otro escenario favorable para Morales: la reforma constitucional. Evo intensificaría la campaña, sería un candidato solitario y la oposición solo tendría que hacer fuerza por el No. Morales llegaría lanzado a la elección presidencial, con dos años de campaña. Está claro que Evo Morales sale ganando en cualquier escenario

20/10/2008

El día en que la oposición perdió el poder que le quedaba
Lo consideraron una victoria, pero fue la última vez que, en el ámbito nacional, la oposición llevó la iniciativa. Negoció 2/3 para las decisiones más importantes de la Asamblea Legislativa, pero no soñó que, un año después, el MAS tendría esa mayoría. Así se enterró la oposición ese día...

Amaneció con acuerdo bloqueado y marchas
La noche anterior se había roto el diálogo. Se había consensuado el límite no retroactivo a la tierra, la justicia indígena, la reforma constitucional y la elección de autoridades; pero faltaba el punto clave: la relección.

La reducción del mandato es la traba
A las 9:00, cuando se vuelve a la mesa de diálogo, el punto que impedía la firma del acuerdo era la reducción del mandato en un año. La oposición no se veía fuerte para afrontar una elección en 12 meses, peor aún tras los dos tercios de Evo Morales en el referédum revocatorio.

Evo renuncia a la ‘rerelección’ y hay acuerdo
Morales, desde la tranca de Senkata, accede a que a los mandatos de la República cuenten para la relección en el Estado Plurinacional. Con ello solo aspiraba a quedarse en Palacio Quemado hasta 2015. Era el mediodía del 20 de octubre.

Vigilia, aprobación y festejo en la Murillo
Pese a que el acuerdo fue alcanzado alrededor de las 15:00, la sesión se instaló a las 21:00, porque hubo que revisar la redacción de 100 artículos de la CPE. Hubo debates cortos y el texto de la Carta Magna se aprobó a la 1:30 del 21 de octubre.

Evo Morales trata de borrar las promesas que hizo el 20 de octubre de 2008 en las ‘mesas clandestinas’
Parece que fue hace un siglo, pero no ha pasado ni un lustro. El 20 de octubre de 2008, el país se paró ante otro abismo y se detuvo justo antes de caer, algo que se le había hecho costumbre desde febrero de 2003.

Esa vez, al Congreso le quedaba solo horas para aprobar el referéndum aprobatorio de la nueva Constitución y el oficialismo y la oposición no lograban ponerse de acuerdo sobre las cláusulas de garantías. Parece que ya se ha olvidado, pero entre noviembre de 2007 y octubre de 2008, Bolivia tuvo hasta cuatro diferentes textos de reforma total de la nueva Constitución: el que salió de las comisiones de la Constituyente con más de 800 artículos, el que se aprobó en el cuartel de Sucre, con tres muertos en las calles y el que se votó en Oruro, con un cerco indígena campesino. Ese último fue después rescrito y negociado por Carlos Romero, actual ministro de Gobierno, y Carlos Borth, entonces senador del extinto Podemos, en lo que se llamó las ‘mesas clandestinas’.

El MAS no podía aprobar solo el referéndum constituyente, ya que Podemos tenía más de un tercio de los congresistas y, aunque también UN y MNR tenían representantes, bastaba que las dos principales fuerzas se pusieran de acuerdo para evacuar la ley. Ese día, a las 9:00, ANF informaba de la queja de Romero que acusaba a la oposición de no querer acortar su mandato (debían dejar la banca del Congreso en 2011 y no en 2010, como sucedió), mientras que los representantes de UN aseguraban que se había cambiado más de 100 artículos del texto de Oruro, lo que consideraban ya una victoria. Se había negociado intereses: modificar el texto constitucional solo por dos tercios, que la limitación a la propiedad rural a 5.000 hectáreas no sea retroactiva, no tocar a las cooperativas de servicio, la garantía de la propiedad privada y otros temas, pero aún faltaba el más importante: la relección del presidente. Ya en el texto se había acordado garantizar solo una relección en periodos continuos, pero no se aclaraba nada sobre si el periodo vigente contaba.

Carlos Romero (izq.) junto a Fabián Yaksic en 2008, cuando se realizaban negociaciones para rescribir la CPE aprobada en Oruro



El tiempo pasaba y la marcha de campesinos, indígenas y sectores populares que llegaba a La Paz estaba en la tranca de Senkata, con Evo Morales a la cabeza. Amenazaban con cerrar el Congreso si no había una ley aprobada para cuando lleguen a La Paz.

Al mediodía, hubo humo blanco. “Algunos partidos políticos han considerado que la relección era excesiva. El MAS y el presidente de la República, han renunciado a la posibilidad de reproducir el control de la administración pública por la vía electoral en un segundo periodo constitucional, después del adelanto de elecciones que se está proponiendo", dijo Romero, según el reporte de la agencia estatal ABI, a las 14:08. La sesión se instaló dos horas más tarde, se acordó que el referéndum constitucional se celebraría el 25 de enero de 2009 y que las elecciones generales serían el 6 de diciembre del mismo año. En esos comicios, Morales tuvo su relección pactada el 20 de octubre. Ahora, piensa otra cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario